Lo que nunca cambia es que todo cambia
Seguro se han dado cuenta de las tendencias de ciertas frases o “filosofías” cotidianas. Aquellas ideas que comenzamos a escuchar en diferentes escenarios, momentos y personas, como un déjà vu . Desde hace un tiempo he escuchado bastantes veces y en diferentes voces: “hay que dejar que fluya”. Sin duda una frase con todo sentido y verdad. El test de ese pensamiento se hace rápidamente con dos realidades que son inequívocas para todos: el agua que se estanca se pudre, el aire encerrado se “enrarece” y pierde su oxígeno. La naturaleza es sabia y nos muestra de manera simple y sencilla las ideas que se nos ocurren tan “originales”. Ahora, fluir es movimiento y con el movimiento el cambio. Si alguna vez promovemos la idea de “fluir” como un paradigma de vida, hay que estar dispuestos a que todo muta. Es decir, abrirnos a la vida con la certeza que nada en este mundo permanece estable. A pesar de que la idea del “dejar fluir” nos parezca completamente racional y sensata,...